Reivindicando el Producto Mínimo Viable (MVP) como un Proceso
¿Cómo? ¿Me vas a decir que un MVP, com P de Product no es un PRODUCTO sino que un PROCESO? Parece absurdo, pero si, y es quizás este el único problema tiene el MVP, y si tienes paciencia te explicaré porqué entender esto es clave obtener sus beneficios.
La historia siempre parte con una persona o equipo encontrando una idea increíble e iniciando la construcción de un Producto Mínimo Viable (MVP para los amigos) como prueba de concepto de lo genial que es la idea. Acá invierten una buena cantidad de tiempo discutiendo que features incluir y cuales dejar fuera.
Por supuesto, una vez terminado y probado el MVP, este equipo espera construir todas las funcionalidades faltantes en un producto estable y maduro.
¿Cuál es el problema con esto?
Lo que normalmente ocurre es que los equipos entienden un MVP como un producto al cual le cortaron algunas funcionalidades para hacerlo más rápido de construir y llevarlo al mercado, que como aspiración suena bien. Pero, un MVP no es necesariamente un producto y tampoco es algo que solo construirás una sola vez y marcarás el check en el todo-list.
Un MVP es un proceso iterativo en el cual primero identificas cuáles son tus principales supuestos y tomas el más riesgoso y lo sometes a algún tipo de experimento que te permita afirmar o refutar con un mayor grado de certeza si ese supuesto es válido o no. Por ejemplo:
- Las personas están dispuestas a arrendar un departamento por internet para vacacionar en vez de un hotel (Airbnb)
- Las personas están dispuestas a subir a un desconocido a su auto y llevarlos por la ciudad (Uber)
- Las personas están dispuestas a subirse al vehículo de un desconocido (Uber)
Para validar estos supuestos no es necesario construir una aplicación completa, basta una encuesta, una landing page o un pitch de ventas. Cuando hablamos de validar un supuesto lo importante es poder hacerlo con el experimento más pequeño y económico posible. Al contar con recursos limitados, la posibilidad de iterar lo suficiente para dar con un mix Problema-Producto-Mercado es lo que acerca a cualquier Start-Up al éxito.
Cuando construyes un Producto das por hecho muchos aspectos que no son necesariamente ciertos. Supones quienes son tus potenciales clientes, qué es lo que están buscando, que tu forma de resolver el problema es la que ellos prefieren, que están dispuestos a pagar por ello, qué mecanismos puedes utilizar para monetizar tu solución, que puedes llegar/captar clientes en tu grupo objetivo, que no hay competencia o que no reaccionará y muchas más.
¿Por qué es importante?
Un análisis post-mortem realizado por CBInsights en más de 300 Start-Ups identifió que el 42% de estas fracasa porque no hay necesidad en el mercado para el problema que están intentando resolver. Por esto, es clave poder poner una potencial solución o experimento que permita averiguar el real interés que hay en el problema que queremos resolver y cómo queremos resolverlo.
Por otra parte, el mismo estudio identifica como la segunda razón de fracaso a “Quedarse sin Dinero”. Acá es importante destacar la importancia de probar el más pequeño de los experimentos. Cuando tengo solo $100 de capital y cada experimento me cuesta $25 puedo iterar y probar 4 veces, mientras que si logro obtener el mismo conocimiento con experimentos más económicos, por ejemplo, a $10, podríamos realizar 10 iteraciones. Con esto, estaríamos más que duplicando nuestras opciones de dar con la combinación correcta.
Para cerrar, quiero dejarte una recomendación, acércate a la definición de tu MVP buscando que sea la forma más económica de obtener la información que necesitas, da lo mismo si es un producto o no, y olvida lo que piensen las personas. Al final del día, solo lo recordarán si fue memorable, y eso probablemente ocurra si tu Start-Up se convierte en un éxito.
Quieres saber más acerca del feedback loop propuesto en Lean Startup, revisa el libro original de Eric Ries. (audio)
Si tienes cualquier duda déjanos un comentario. ¡Hasta la próxima!